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Los diferentes sistemas de control de la erosión constituyen estructuras favorables para sustentar los materiales finos del suelo, así como el fijado de las raíces de las plantas y favorecimiento de la germinación de semillas. Los principales factores erosivos que corrigen estos sistemas son la escorrentía superficial, la erosión eólica y el impacto de las gotas de lluvia.
Malla Tridimensional compuesta.
Membrana sintética permanente, no degradable, que sustenta los materiales finos del suelo y fija las raíces de las plantas y favorece la germinación. Material principalmente empleado: el polipropileno electrosoldado, bien solo, o bien combinado con malla de triple torsión. Constan de un entramado volumétrico que dispone de espacio interior vacío, lo que permite retener tierra vegetal, y la facilidad de enraizar de la planta, formando una eficaz barrera para evitar la erosión.
Aplicable a taludes de gran altura.
Revegetación de todo tipo de taludes incluido rocosos.
Creación de suelo artificial.
Control de la erosión en taludes térreos.
Integración paisajística.
El efecto que proporcionan las mallas y redes contra la erosión es muy similar al de la vegetación en cuanto a: modificación del régimen de escorrentía superficial, protección frente a la erosión por golpeteo, refuerzo y sujeción mecánica de las capas superficiales del suelo, modificación de las propiedades del suelo, etc. La finalidad de esta técnica es múltiple:
Controlar la erosión superficial.
Reforzar y sujetar las capas superficiales del suelo.
Proteger frente a desprendimientos y deslizamientos superficiales.
Crear microclima favorable para la vegetación.
Mejorar las propiedades del suelo, favoreciendo el desarrollo de la vegetación.
Crear suelo en zonas con pendiente elevada.
Rapidez en su instalación.
Favorece la revegetación del talud.
Mantenimiento nulo/mínimo.